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MAESTRA DE YOGA DE LA RISA CERTIFICADA POR EL DR. KATARIA SCHOOL OF LAUGHTER YOGA INDIA - FACILITADORA DE TOUCH DRAWING (ARTE TERAPIA) DEL CENTER OF TOUCH DRAWING,USA - DIBUJANTE DE ARQUITECTURA DEL INCA-CEA , CHILE PROFESORA DE INGLES COMO SEGUNDA LENGUA- SANTIAGO LANGUAGE CENTER - ENTRE OTROS

24/8/08

ARTICULO SOBRE YOGA DE LA RISA QUE SALIÓ HOY EN LA REVISTA MUJER DEL DIARIO LA TERCERA
por Carolina Salgado -Periodista

No pusieron las fotografías que nos tomaron. Algo debe haber sucedido con ellas (ja,ja) y salieron fotos lindas de las del sitio del Dr. Kataria, que no puedo copiar acá., así que aquí pongo una de mis archivos. para darle un poco de color.(je,je)




ARTICULO SOBRE YOGA DE LA RISA QUE SALIÓ HOY EN LA REVISTA MUJER DEL DIARIO LA TERCERA
por Carolina Salgado -Periodista

24 \ 08 \ 2008

El Yoga que hace reír

A risotada limpia, miles de personas en el mundo están combatiendo el estrés, la depresión y otras enfermedades. Esta disciplina creada en la India no es mágica, pero puede complementar tratamientos convencionales.


Parecen unos locos. Están ahí sentados en círculo, mirándose unos a otros, muy serios. La instrucción fue sólo mirar al resto, sin decir nada ni hacer muecas de ningún tipo. Pero aun así, la risa fluye como por arte de magia. Es inevitable, incontenible e imparable. Y contagiosa. Tanto, que le sacaría al menos una sonrisa a la persona más seria. No es una obra de teatro, no es un circo, no es el manicomio. Es sólo una sesión de yoga de la risa (o hasya yoga), una nueva terapia que utiliza las carcajadas para beneficiar la salud física y mental.

Este grupo (o club de la risa) que nos invitó a ver cómo trabaja, se reúne todos los miércoles en la tarde en la Aldea del Encuentro, en La Reina, y durante una hora se ríen sin parar. Pero no de chistes, de bromas o de comedia. Simplemente, mediante ejercicios dirigidos (que combinan aplausos, imaginería y mímica), comienzan simulando la risa y terminan a carcajada limpia. Puede que hagan como que sacan agua de un pozo y mojan al que está al lado; que finjan que les cuentan un buen chiste por teléfono; que son una gallina clueca que pone un huevo (con cacareo y todo) o que cada uno haga su versión de la risa del Pájaro Loco.

Estos ejercicios se intercalan con respiración yóguica (de ahí deriva el nombre de la terapia), que es la que surge en la región abdominal, con una inhalación y exhalación profunda, y hace trabajar el abdomen y el diafragma. Además, otorga mayor oxígeno al cuerpo y al cerebro, con lo que se logra una mayor vitalidad y control de los estados emocionales.

"¡Jo, jo, ja, ja, ja!", prosiguen al tiempo que aplauden y se desplazan por la sala en la que se reúnen. "¡Muy bien, muy bien, ehhhh!", exclaman después de cada ejercicio, a modo de felicitación. Y tras una hora de carcajadas, termina la sesión con una serie de respiraciones y una pequeña meditación, con la que dan las gracias por haber estado ahí y le envían energías positivas al resto.

Al verlos, da la impresión de que es un grupo de niños jugando. "Y ese es un poco el objetivo", explica Tosha Tobías (www.yogadelarisa.cl), profesora e impulsora de esta terapia en Chile desde 2006: "Lo importante es tener ganas de participar, dejar los juicios a un lado, perder el temor al ridículo y liberar el niño que todos tenemos dentro", agrega.

Desde que se convirtió en profesora, Tosha se propuso formar líderes de la risa, los encargados de abrir los llamados "clubes de la risa", para dar a conocer el tema, en forma gratuita. "Ya hay 29 líderes que están practicándolo en varios lugares del país (Punta Arenas, Villa Alemana, Ñuñoa, Maipú, La Reina), en espacios abiertos y públicos. Es precisamente lo que se pretende: generar risa en cualquier parte del mundo, para cualquier edad y sin distinción de clase social", afirma.



Para el corazón

Esta terapia fue creada en 1995 por el médico indio Madan Kataria, cuando estaba escribiendo un artículo sobre los beneficios de la risa en la salud y quiso hacer una prueba empírica. Pasó varias mañanas en un parque, junto a un grupo de cinco amigos, riéndose a punta de chistes, para ver qué pasaba. Pero al final las bromas empezaron a ser groseras, de doble sentido, con una connotación negativa y hasta discriminatorias, por lo que decidió agregarle algunos ejercicios, respiración yóguica, imaginería y comenzó nuevamente con su "experimento".

Sus sesiones prendieron de tal forma en la India, que empezó a practicarlo en todo el país. No pasó mucho tiempo hasta que llegó a Estados Unidos y Europa, donde provocó un entusiasmo similar. Hoy esta disciplina está en 60 países, hay más de 6 mil clubes y miles de personas más felices, según el sitio web www.laughteryoga.org.

"El yoga de la risa -cuenta el propio Madan Kataria, vía e-mail desde India- puede traer varios beneficios a la salud de quienes lo practican. Un estudio realizado en Bangalore, en el que participaron 200 personas sanas, entre 20 y 50 años y que no habían practicado esta terapia, concluyó que la risa reduce la presión arterial. A nivel bioquímico disminuye el cortisol, la hormona del estrés. A nivel sicológico aumenta las emociones positivas y baja las negativas, lo que proporciona un mayor balance emocional", aclara.

Pero, además, hay por lo menos tres estudios que confirman estos beneficios: el primero, realizado en 2003 por el Instituto de Psicología de la Universidad de Graz, en Austria, que estableció que esta disciplina es un buen tratamiento en la rehabilitación de personas que han sufrido un infarto cardíaco, gracias a sus efectos positivos sobre el corazón. El segundo, efectuado por cardiólogos del Centro Médico de la Universidad de Maryland y presentado en 2005 en las Sesiones Científicas del Colegio Americano de Cardiólogos, comprobó que la risa puede prevenir la enfermedad cardíaca. Y el tercero, realizado en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, determinó que la risa es un buen ejercicio aeróbico. Es más, plantea que tres minutos de carcajadas (de esas que hacen doler el estómago) equivalen a 20 minutos de bicicleta o a 45 minutos de relajación. Y es un esfuerzo tan intenso, que está contraindicado para personas con marcapasos, con hernias o mujeres en los últimos meses de gestación.

Lo bueno es que estos beneficios, según dice Kataria, pueden comenzar a recibirse ya en la primera sesión. Sobre todo la sensación de bienestar, ya que "la risa cambia el estado de ánimo en minutos".

Bien lo sabe Luis Azzarelli (programador neurolingüístico de 64 años y líder de la risa), quien asegura que "al poco rato de practicarlo, todos se sienten mucho mejor y al final de la sesión has hecho un buen ejercicio, porque trabajas los músculos del abdomen y el diafragma. Además, me ha servido para cambiar mi actitud frente a las situaciones poco agradables. La idea es volverse un poco loco, gozar intensamente y dejar las amarguras atrás", dice.

Dolly Figueroa, siquiatra de la Universidad Católica, explica que ese cambio de ánimo se debe a que la risa activa el sistema límbico, que es el centro del cerebro que dirige las emociones y el comportamiento. "Diversas investigaciones han planteado que hay una liberación de endorfinas, que son las que producen el efecto de bienestar, lo cual eleva el ánimo", aclara.

Con ella concuerda Fernando Torrealba, médico especialista en Neurociencias, quien señala que pese a que no es fácil medir los cambios que producen las emociones, existe una base científica sólida para afirmar que la risa, aunque sea provocada, puede traer beneficios. "Es una manifestación de una emoción positiva, que se acompaña de cambios en el organismo que también lo son. No me extraña que las personas se sientan mejor y que eso influya en su calidad de vida y estado de salud".

Reír en vez de llorar

También lo ha comprobado María Cecilia Acuña, diseñadora gráfica de 51 años, quien tuvo cáncer de mama en 2007 y dice que gran parte de su sanación tiene que ver con el yoga de la risa. "Lo conocí en período de quimioterapia, comencé a ir a las sesiones y me empezó a cambiar la vida. Me reía todos los días y eso varió mi disposición hacia la enfermedad. Creo que el 50% del tratamiento contra el cáncer tiene que ver con eso, con el ánimo que tengas para superarlo, porque vi a otras personas igual de enfermas que yo que no tuvieron la oportunidad o no quisieron reírse y no se recuperaron", cuenta.

Por eso ella quiso seguir ayudando a otros enfermos de cáncer en forma gratuita, con quienes practica esta terapia y siente que los ayuda. "Les permite salir del túnel negro al que se enfrentan cuando recibes este tipo de noticias. La risa es transformadora en muchos aspectos y qué más lindo que poder hacer reír a quienes están enfermos. He conocido gente que ya no está, pero se fue con alegría de haber gozado (sus últimos minutos) y no de llorar", señala.

Heydi González es líder de la risa y profesora de educación diferencial, y aplica la terapia a los niños de la Escuela de Lenguaje Nueva Esperanza en Maipú, durante 15 minutos todos los viernes, con excelentes resultados. "Los niños están súper motivados y se acuerdan frecuentemente de los ejercicios. Se han ido soltando, están más concentrados y han superado sus problemas para hablar", señala.

Estos ejercicios pueden ser usados también como terapia complementaria (sin reemplazar la convencional) en casos de depresión. "Hemos tenido muchos pacientes que sufren esta patología y después de practicar el yoga dejaron de tomar antidepresivos o simplemente disminuyeron su ingesta. Eso se debe a que funciona como una catarsis liberadora de emociones negativas".

Lo mismo opina Nancy Matamala, dueña de la Clínica El Arrayán, donde todos los sábados -desde marzo de 2007- se practica esta disciplina con los pacientes depresivos. Sin embargo, al principio ella estaba bastante escéptica frente al tema. "Pensé que era una 'venta de pomada' más. Soy muy cuadrada, esquemática y creí que juntarse a reír era una pérdida de tiempo. Pero acepté", comenta.

La primera sesión a la que asistió (para observar) le pareció sólo "simpática". En la segunda, decidió participar y le gustó. "No tenía motivos para reírme, pero lo hice todo el rato. Me sentí muy bien". A la tercera se enganchó fuerte y, junto al equipo médico de la clínica, decidió integrar a algunos pacientes a la terapia, porque consideraron el tema "serio y sano". ¿Resultado? "Les sirvió muchísimo, ya que quedaban con una energía y una disposición distintas para salir adelante. Mejoró su calidad de vida mientras estuvieron aquí. ¡Si hasta comenzaron a vestirse con colores fuertes y claros! Algunos se fueron de alta y siguieron viniendo sólo a las sesiones, así es que lo practico hasta hoy", afirma Nancy.

Kataria agrega que la risa es un gran conector de la gente. "En este mundo moderno altamente tecnologizado, las personas difícilmente se conocen y eso colabora en que se sientan solas y desanimadas. Este solo ejercicio les da la oportunidad de conocerse, de unirse y de compartir como si fueran una familia", dice el médico.

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